Escapandome [ Jane Vulturi]

Salí a dar un "pequeño" paseo a Suiza, deseaba pensar en lo ocurrido en los últimos años. Además que Volterra se me hacía aburrida, la tensión que emanaban los príncipes me exasperaba demaciado como para continuar en ese ambiente.
Al llegar decidí dar un paseo en el bosque de Ginebra, me haría bien no pensar en los sucesos ocurridos, pero como no era posible que yo me concentrara o tubiera una relajación, el olor a Cullen se hizo presente.

Era un niño de no más de 3 años de edad, híbrido sus latidos lo delataban, se me acercó y saludó con una sonrisa, seguida de una risita y un sonrojamiento en su rostro.
Suspiré y cerré los ojos, no perdería nada por saber cosas del pequeño nuevo integrante Cullen. Traté de sonreír, pero lo único que obtuve fue una sonrisa leve, casi invisible.
- Hola.- Respondí de forma seca, sabía que posiblemente se asustaría e iría donde sus "padres" para decirles de mi llegada.

-Eh...- Fue lo único que pude exclamar, la actitud del pequeño Cullen era extraña... Me sumí en mis pensares cuando sentí su tibia mano tomando la mía de forma de saludo.
-J-Jane Vulturi- Tartamudee aún en estado de "Shock" era extraño que un pequeño niño Cullen me abrazara sin saber quien era... O a lo mejor estaba buscando una muerte rápidamente dolorosa.

Me separé al sentir su mejilla en mi pierna no estaba acostumbrada a esas demotraciones de cariño que daba la pequeña cosa con patas.
- ¿De verdad crees que es bueno?Te podría matar, cuando lo deseara... ¿Lo sabías?- Comenté un tanto triunfal, deseando que el niñito se asustara, sonriendo de forma maliciosa y divertida a la vez. - Por si aún no te das cuenta, y para mi suerte, yo no soy como tu familia y creeme jamás en mi existencia seré como ellos.

Caminé por el lugar, sin rumbo aparente para sentarme en un pequeño tronco, y mirar que haría el pequeño Derek al saber quien era yo.

Lo observé sin mostrarle ninguna emosión pero él era todo lo contrario a mí, me fue divertido verlo fruncir el ceño y luego sonreír, habló sobre sus padres, a los que no soportaba ni soportaría jamás y luego preguntó por los míos como si nada como si simplemente yo fuera una vieja amiga de él y su familia.- Niño no te importa como se llamen mis padres.- Respondí al tenerlo denevo en frente mío. Pero después suspiré rendida.- Son los señores Aro y Sulpicia Vulturi.

-Muy bien no lo hagas.- Respondí con una sonrisa cuando dijo que no debía hablar conmigo, dijo que la híbrida de su hermana le había proibido confiar en mi familia, pero su segundo comentario me hizo sonreir.

- Un Cullen desobediente...¿Eh?- Reí por aquello y me mordí el labio inferior, una manía humana que no se me quitaba.
- Veo que no me deshaceré de ti con facilidad... ¿Asi que deseas hacer algo pequeño?- Pregunté, se notaba que no tenía nada mejor que hacer que hablar con un Cullen...